Las gatas entran en celo alrededor de los 6 meses de edad y tienen la particularidad de que ovulan únicamente en el momento de tener relaciones sexuales, por lo tanto, casi siempre quedan embarazadas y esto puede repetirse 2 o 3 veces en el año.
En caso de no tener la posibilidad de estar con gatos machos y quedar embarazada, el celo se repite con bastante asiduidad, haciendo difícil la convivencia con ellas y por lo tanto es conveniente decidir operarla en caso de que uno no quiera que tenga crías.
El momento adecuado es cuando uno tomó la decisión de que no tenga embarazos y cuando la gata tiene como mínimo 6 meses de edad.