Hábitat del animal
En general ellos se adaptan a cualquier lugar que nosotros le dispongamos, pero deben disponer de una protección contra el viento, los cambios bruscos de temperatura y que fundamentalmente esté seco e higienizado periódicamente.
Casi siempre se pregunta si es mejor afuera o adentro, o si conviene que duerma en la cama con el dueño, pero la respuesta para eso es: ellos se acostumbran al modo que uno disponga. Lo que no les agrada es que se realice un cambio desmejorando su situación, por ejemplo: si uno lo acostumbró a dormir adentro de la casa y por determinada razón lo hace dormir afuera, lo más probable es que llore toda la noche (o varias noches).
Importante: protegerlos cuando duermen de las corrientes de aire y no tanto de taparlos (los perros de pelo largo se sofocan).